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lunes, 20 de enero de 2014

Tengo un secreto

Un secreto aireado, deja de ser secreto. Pero aprovechando que estamos en "petit comité" y que este blog no lo lee casi nadie, os voy a escribir algo. Os voy a contar un secreto que tengo. 

Como ya sabréis, soy maestra, especialista en Educación Física. La que viste chándal cada día para ir al cole. Mi especialidad hace que pase muchas horas a la intemperie, desde las 8,30 de la mañana, hasta las 16,30 de la tarde; en otoño e invierno, sufro el frío de las mañanas y de las últimas horas, cuando ya no pega el sol en la pista; y en primavera, lo mismo, bajo un sol de justicia y un calor abrasante. Allí quieta, enmedio de la pista, dando órdenes a grito pelado para que me oigan bien. A veces, participo en las sesiones de manera activa por no aburrirme, por moverme, o porque me apetece. Los de Educación Física somos los guays del cole, pero también los especialistas más maltratados. A parte de ser el comodín para todo, nuestra especialidad está devaluada y mal vista. Y además, el paso del tiempo se ceba en nosotros el doble, ya que el viento, el frío y el sol nos castigan, dejándonos la marca de las gafas de sol permanentemente en nuestra piel, y unas afonías de mucho cuidado. Pero ahí seguimos, en la pista, mientras nuestr@s compañer@s nos miran desde el interior de las aulas, con el culo puesto en el radiador. Pero la verdad, no les envidio en absoluto, ya que es en el aire libre donde se respira mejor y la gente se vuelve menos loca. 

A lo que iba, que tengo un secreto. Y aunque lo he compartido ya muchas veces, nadie me hace caso. Pero es cierto. Y funciona. Veréis: Yo no me resfrío. Nunca. El año pasado sólo cogí la gripe pero ya no recuerdo la última vez que pasé un catarro. Raro, ¿no? Parece inevitable que alguien que pasa tantas horas al aire libre, no acabe por pillar una buena sopa. Pues no. Y encima, me regodeo, ya que salgo de entrenar con el pelo mojado. Y ni así. Y... ¿cómo lo hago? Tengo truco. Hace tres años descubrí por casualidad un producto que combatía los resfriados. Y no es el ELE-Cassei-Immunitassssss. Es medicina natural, un compuesto de Equinácea, y vitamina C en varias formas, lo cual lo hace un producto idóneo para combatir y prevenir las enfermedades propias del invierno. Lo empiezo a tomar en septiembre diariamente y lo dejo hacia abril, para evitar que el cuerpo se acostumbre demasiado. De este modo, logro mantener mi sistema inmunitario en perfectas condiciones para la temporada de frío. A mi me funciona a la perfección, y así lo recomiendo a mis amig@s y conocid@s. Para que después vayáis diciendo que no os cuido! ;)


2 comentarios:

  1. Para ser maestra de educación física, no escribes mal... jejejejejeje

    Juanmi Moreno

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    1. Hay algun otro que también lo intenta Juanmi...os dejo...voy a la parafarmacia . Judith RULES!

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