Ese saludo, cuando corres en llano y te cruzas con otro runner "mira, otro que corre", piensas; cuando vas en bici, subiendo una cuesta y no puedes más, y saludas al que baja, y le odias porque va sonriendo y tú apenas puedes levantar dos dedos del manillar; o cuando eres tú el (o la) que baja, y saludas sonriente al que sube, apiadándote de él "pobre, mira cómo va y lo que le queda aún". Ese saludo es lo que nos une, lo que nos hace compañeros ni que sea por un momento. Y tienes la sensación de que si algo te pasa, te va a echar una mano. Porque ya te ha saludado. Al menos, a mi me pasa. Y por eso, yo sigo saludando. Y ahora la gente en la zona de Tarragona ya me responde. Quizá es que me habré cruzado ya con tantos (y tantas) que al final todos han decidido que tampoco cuesta tanto.
Así pues, no perdamos esta costumbre y saludemos. Por educación o por lo que sea. Pero saludemos
Dicho esto, me voy a cenar.
ADÉU!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario